En memoria de Blanca Lerga Janices

Blanca Lerga Janices, mujer empoderada, madre afectuosa, abuela amorosa y optimista incansable, nos deja un legado imborrable de amor, valentía y energía positiva en Adacen.

Blanca Lerga Janices, mujer empoderada, madre afectuosa, abuela amorosa y optimista incansable, nos deja un legado imborrable de amor, valentía y energía positiva en Adacen.

Nacida un 23 de octubre, Blanca llegó al mundo con una luz especial, dispuesta a iluminar la vida de todos los que la rodeaban. 

Conoció a Máximo Abete, su compañero de vida, y ambos emprendieron el fantástico rumbo de una existencia llena de amor y aventuras, criando a sus dos hijas, Yoanna y María, como reflejo de su fortaleza y valores.

Fue una pionera en un mundo de hombres trabajando con valentía en la bodega cooperativa de San Martín de Unx.

Tras el daño cerebral de su esposa, Máximo fue uno de los impulsores de Adacen buscando ofrecer una vida digna a personas en su misma situación. Desde entonces, hace ya mas de 30 años, Blanca ha formado parte de nuestra familia: la gran familia de Adacen.

Blanca tenía un súper poder: el optimismo. Su sonrisa nunca fallaba, y su grito de guerra, “¡Viva ADACEN!”, resonaba como un himno de energía positiva que llenaba cualquier espacio. Aunque a veces repetía sus frases favoritas, esas palabras se han convertido en ecos imborrables que hoy resuenan más fuertes en nuestros corazones.

No solo veía lo bueno en todo, sino que lo hacía palpable, lo contagiaba, lo convertía en una forma de vida. Nos enseñó que, aunque el día comenzara gris, con una buena actitud siempre había esperanza de que todo mejorara. Era un recordatorio constante de que la valentía y el optimismo van de la mano y que ver lo bueno en los demás es un acto de verdadero coraje.

Hoy, tras tanto tiempo acompañándonos, su ausencia se siente inmensa pero su legado sigue vivo en cada sonrisa, en cada gesto de esperanza y en cada “¡Viva ADACEN!” que llevaremos en el corazón. 

Blanca, nos quedamos con tu luz, tu valentía y tu capacidad infinita para transformar el mundo con optimismo. 

Todas las personas que formamos Adacen te echaremos de menos.

Descansa en paz, querida Blanca.

 

De su familia de Adacen

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